domingo, 8 de noviembre de 2015

ARTURO PÉREZ-REVERTE: "sin adjetivos, ni ideología".

"La educación es una papilla neutra y desnatada", denuncia Arturo Pérez-Reverte

 

Alejado de las trincheras, narra la Guerra Civil a los más jóvenes "sin adjetivos, ni ideología".






Arturo Pérez-Reverte narra la Guerra Civil

El escritor Arturo Pérez-Reverte ha presentado su libro "La guerra civil contada a los jóvenes", ilustrado por el pintor Fernando Vicente.


"Antonio Machado, poeta español, académico de la lengua, al cabo de un tiempo se fue a Francia, donde murió". La sangre de Arturo Pérez-Reverte, (Cartagena, 1951) bulló al leer en un libro de texto esta sucinta referencia la muerte del poeta. Lo mismo con otro apunte sobre "la muerte", que no asesinato, de Federico García Lorca. En ningún caso se mencionaba la Guerra Civil, sus causas, estragos y consecuencias.

El escritor y académico comprendió entonces que los españoles más jóvenes poco o nada sabían de aquella cruenta guerra fratricida. Peor aún, que era ignorada en los colegios y reducida a un concatenación de clichés por "una educación que se ha convertido en un papilla desnatada, neutra e insulsa, que debe contentar a todos y han de digerir igual el mediocre y el inteligente". "Cuando hay temas complejos, como el de la Guerra Civil, en vez de explicarlos los eliminamos de los planes de estudio", se duele el escritor, que lamenta que ese escamoteo de la historia deje "huérfanos de memoria" a unos críos "hoy fácilmente manipulables por un tuit". Chavales que "en el mejor de los casos, manejan clichés como que los fascistas son asesinos y criminales y los republicanos hordas de comunistas y rojos desarrapados".

"Ocultar es peor que contar mal y eliminar la Guerra Civil de la Educación es un error garrafal que impide formar ciudadanos críticos, lúcidos y con criterio, capaces de construir el futuro comprendiendo el pasado. Por eso hay que contar y no escamotear", plantea. Se propuso desentrañar para los lectores más jóvenes lo esencial de un conflicto "en el que todos los españoles fuimos víctimas y verdugos". Lo cuenta "sin adjetivos ni ideologías", de manera "limpia, objetiva y sin clichés", asegura, en 'La Guerra Civil contada a los jóvenes' (Alfaguara) que ya está en la librerías.

Saca la guerra de las trincheras para contarla "sin juicios", ofreciendo "denominadores comunes" y "las claves de los graves errores que llevaron a esa gran tragedia para procurar, en lo posible, no repetirlos". "No tengo ideología, tengo biblioteca" dice el escritor que va al núcleo del conflicto "sin un punto de vista partidario". Parte de "un hecho objetivo innegable: hubo una República legítima y un golpe de Estado ilegítimo contra ella, y eso dio lugar a una guerra civil". "No pretendo sustituir a los libros de historia, pero sí abrir puertas para que los jóvenes se hagan preguntas y lleguen después a los historiadores que han analizado la guerra a fondo y en detalle". Su concentrado es "una herramienta útil para cuando quieran saber qué pasó en Guernica, en el Alcázar de Toledo, en el Ebro, Belchite, Guadalajara, Badajoz, Málaga o Barcelona", asegura.

Quiere que los jóvenes, alentados por su padres y profesores "superen sus versiones de segunda mano -honradas o interesadas-, para ampliar el territorio y saciar esa curiosidad que no satisfacen en los colegios". Asegura Pérez-Reverte que su generación dispuso de "fuentes frescas y directas". Su abuelos y tíos, republicanos y protagonistas activos del conflicto, como su padre, le contaron "lo bueno y lo malo de los dos bandos". "Sin esa referencia solo quedan los clichés de una memoria atrincherada y manipulable", insiste.

Uno de sus empeños es "contar desde los bandos" harto como está de que "se ofrezca siempre la visión de un único contendiente". "Estamos contando a los jóvenes una Guerra Civil inexacta, borrando las lecciones de vida, de política y de sociedad de lo que fue una tragedia colectiva, y no un mero enfrentamiento de españoles buenos contra malos", sostiene. Padrino espiritual Reconoce haber tenido un modelo que ha marcado su trabajo y su titánico esfuerzo de síntesis. "Me he mirado en el espejo de Manuel Chaves Nogales, mi padrino intelectual", dice elogiando "la objetividad y la lucidez" de aquel brillante periodista republicano, nacido en 1897 y muerto en el exilio en 1944, cuyo compromiso ideológico no le impidió criticar las atrocidades y la barbarie de su propio bando.

"No dejaba de preguntarme cómo Chaves Nogales le habría contado la guerra a sus hijos" dice este antiguo reportero de guerra que ha cubierto al menos ocho feroces confrontaciones civiles como las de Líbano, Nicaragua, Angola, Mozambique o El Salvador, además de golpes de estado y revoluciones. "Sé cómo ocurren esas cosas. Que lo del bueno y el malo, el azul o el rojo, el blanco o el negro es mentira. O mejor dicho, que nunca está tan claramente definido como se intenta plantear después y que junto a la infamia y la vileza hay valor, dignidad y nobleza", plantea Pérez-Reverte. Advierte, con todo que su historia "no gustará a los extremos y a quienes demonizan al contrario".

"En ambos bandos se cometieron atrocidades, asesinatos delaciones, aunque en el nacional hubo más porque la represión se prolongó en la posguerra", admite. Tuvo siempre en la mente a eso chavales de "enorme curiosidad" pero cree que esta obra, estructurada en una treintena de breves capítulos, portentosamente ilustrada, con un anexo de mapas del conflicto y un glosario, es también "una lectura útil para adultos".

Los dibujos originales de Fernando Vicente (Madrid, 1963), que recrean episodios como el bombardeo de Guernica, la masacre de Paracuellos, la detención de Lorca o la confrontación de Miguel de Unamuno con el general Millán Astray, se exponen en el museo ABC hasta el ocho de diciembre. "Si dejamos a los jóvenes huérfano de memoria, si les alimentamos con esa papilla neutra, sin sal, ni pimienta, les privamos del acicate para que sigan estudiando. No tendrán ninguna posibilidad de comprender un país tan complejo como España", concluye Pérez-Reverte, narrador de éxito global, fajado en temas históricos, que ha vendido en todo el mundo y en más de cuarenta idiomas más de quince millones de libros.


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