miércoles, 8 de abril de 2015

EL LEGADO DE UN ESCRITOR


García Márquez decidió hace 15 años donar a Texas sus escritos


Lo contó uno de sus sobrinos; planes de un Centro Cultural

                                                         Gabriel García Márquez
Una conmoción no menor se produjo hace unos meses -más puntualmente el 16 de diciembre- cuando se supo que 40 cajas de cartón (2,6 metros cúbicos) con la colección personal de Gabriel García Márquez irían a parar al Harry Ransom Center de Texas. Se supo ahora que esa decisión, que causó exasperación tanto en Colombia como en México, había sido largamente meditada por el premio Nobel de Literatura. Gabriel Eligio Torres García, uno de sus sobrinos, descorrió el velo de otros secretos del autor colombiano y el destino de sus pertenencias.
Según publicó el diario ABC, hace quince años, cuando García Márquez se enteró de que tenía cáncer linfático, resolvió qué hacer con su herencia literaria y dónde resguardarla. "Él sabía que si sus cosas se quedaban aquí, en Colombia, corrían el riesgo de perderse, de no ser bien utilizadas", afirma el hijo de Rita, séptima de los once hermanos que tuvo el premio Nobel.
Gabriel Eligio se refiere justamente al tesoro de 2,2 millones de dólares que adquirió la Universidad de Texas. Las cajas en cuestión contenían más de 50 secretos literarios y diez libros, incluido el manuscrito de la novela Cien años de soledad. El manuscrito descansa allí con la caligrafía gruesa de Borges; el primer borrador de Watt, de Samuel Beckett, y la primera versión de Muerte en la tarde, de Ernest Hemingway.
Lo que se preguntan en México y en Colombia, países de los que Gabo fue ciudadano, es por qué el escritor no optó por uno de estos dos lugares. Pero el colombiano se guardó también ese secreto. Para su sobrino, "él tejió su propia mortaja literaria hace ya mucho tiempo. En cuanto al manuscrito de El general en su laberinto, García Márquez, que sufría de miedo a volar, decidió llevar a México los papeles.
"Cuando aterrice en México destruyes el manuscrito", le pidió al sobrino. Que cumplió con la orden después de leer el libro de un tirón. En su tierra natal, no quedó más que el traje blanco -liqui-liqui- con el que el autor recibió el Premio Nobel. El atuendo se exhibe actualmente en el Museo Nacional de Bogotá.

OTROS ÁMBITOS

Por su parte, Jaime García Márquez, ingeniero, octavo de los once hermanos de García Márquez, de los que quedan vivos solamente seis, se ocupa de otro proyecto: la fundación y el armado del Centro Cultural García Márquez, que alojará recuerdos familiares. La de Gabo era una casa un poco desvencijada en una ciudad amurallada.
El deterioro de la vivienda durará poco. El plan prevé que ese lugar se convierta en centro de referencia de la vida y la obra del autor en Cartagena. Pero, por ahora, el de Gabriel García Márquez -de quien se cumple un año de su muerte el 17 de este- es un legado bien guardado y de extramuros.


FUENTE:    LA NACION
                                   Argentina


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