viernes, 31 de octubre de 2014

GANADOR DEL XLI PREMIO DE POESÍA CIUDAD DE BURGOS (España) 2014

La realidad en verso



                  José Manuel Díez


Una visión muy personal de la realidad, delicadamente hilvanada a través de ingeniosos versos en una sola obra, fue la responsable de que Estudio del enigma, del escritor José Manuel Díez, destacara sobre todos los demás poemarios presentados al premio nacional de poesía Ciudad de Burgos, resultando así vencedora de la XLI edición de dichos galardones. El jurado, encabezado por el conocido poeta José Manuel Caballero, dio a conocer ayer el fallo en la sede madrileña del Instituto Cervantes, lugar en el que este comité de expertos se dio cita por segundo año consecutivo para revelar la identidad del premiado. 
El poeta, narrador, articulista y músico José Manuel Díez, nacido en la localidad pacense de Zafra, se alzó con el reconocimiento al presentar un trabajo «muy bien construido» y que «ahonda de manera muy personal en la realidad», según señaló el jurado del galardón, que además destacó que al incluir numerosas citas, el autor había demostrado que no solo es un buen escritor, sino que también se trata de «un buen lector». 
Por su parte, el ganador de la convocatoria anterior y miembro del jurado en esta edición, Adolfo Cueto, mantuvo que el texto refleja «una tendencia filosófica» sin perder «el pie poético». 
El Premio Ciudad de Burgos gana peso con los años, habiendo alcanzado en la XLI edición el máximo número de trabajos presentados en su historia con un total de 183 participantes. Tal y como señaló el jurado, destaca el poder de convocatoria y el nivel de los poemarios. Así, el propio Caballero reconoció sentirse «satisfecho» con el resultado y el nivel de las obras que llegaron a la final.
Desde la organización del premio se destacó, asimismo, que el éxito de los galardones radica en su longevidad y en la cuantía económica del que está dotado. Y es que, el ganador recibe 7.200 euros y la oportunidad de publicar su poemario por la prestigiosa editorial Visor. A partir de febrero del próximo año llegarán a las librerías un total de 2.000 ejemplares que serán distribuidos a nivel nacional e internacional. Díez, valoró esta recompensa y aseguró que el hecho de que su obra vaya a ver la luz con esta editorial supone «una garantía inmejorable».
Sin embargo, no es la primera vez que Visor publica un trabajo suyo, pues anteriormente ya editó su obra La caja vacía. El autor firma también otros tres libros, estos escritos en prosa: 42, de la editorial Nuevas Letras, La caja vacía, de Visor, y Baile de máscaras, de Hiperión. 
El XLIPremio Nacional de Poesía Ciudad de Burgos se entregará este jueves en el Salón Rojo del Teatro Principal de la capital castellano y leonesa. Un encuentro en el que también tendrá lugar un debate sobre poesía y canción entre los escritores Benjamín Prado y Elvira Sastre y el cantante, Nacho Vegas, quien interpretará varios temas al finalizar el coloquio.


FUENTE:      Diario de Burgos.es

* PARA LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS VII (JUNIO 2014) Publicado el concurso, el martes 13 de mayo del 2014 en el Blog.



GANADOR DEL V PREMIO DE TEXTOS TEATRALES JESÚS DOMÍNGUEZ (España) 2014


La dramaturga Nieves Rodríguez se alza con el V Premio Jesús Domínguez

Es la edición con mayor número de obras presentadas -183- sumando un total de 548 textos desde que se iniciara este certamen hace cinco años
Foto ganadora premio JD





NIEVES RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ.










Nieves Rodríguez Rodríguez, licenciada en Dramaturgia y natural de Madrid, se ha alzado con el V Premio de Textos Teatrales Jesús Domínguez con su obra La araña del cerebro, presentada a este certamen que convoca la Diputación de Huelva y que está dotado con 5.000 euros de premio.
La diputada de Cultura, Elena Tobar, ha dado a conocer este lunes el fallo, comunicándole telefónicamente la estupenda noticia a la galardonada, que la ha recibido “con mucha emoción”, agradeciendo tanto a la Diputación de Huelva como a los miembros del jurado al ser los que han determinado la selección final de su obra como la ganadora de esta V edición.
Tobar ha querido reconocer especialmente a las personas que han constituido el jurado el trabajo realizado en el difícil proceso de selección. Es la primera vez en sus cinco ediciones que el jurado del Premio Jesús Domínguez ha estado formado íntegramente por mujeres: Carmen Pombero, autora teatral, Nieves Mateo, autora teatral y profesora de interpretación en la RESAD (Madrid), e Inma Alvear, autora teatral que ha ejercido en representación de la Asociación de Autores de Teatro de España (www.aat.es).
A este quinto certamen han concurrido un total de 183 obras, siendo la edición en la que más textos se han presentado en los cinco años de vida del premio, que suman un total de 548 obras. La procedencia de los textos teatrales recibidos ha sido muy dispar, llegando obras de países como España, Argentina, México, Israel, USA, Italia, El Salvador, Brasil o Cuba, teniendo el 15 por ciento de los textos procedencia de fuera de España.
La diputada de Cultura ha recordado que este premio nace con una doble vocación, tanto la de servir de estímulo a la escritura teatral, uno de los géneros más difíciles del teatro y que supone una de las bases de este arte, como la de servir de homenaje a Jesús Domínguez Díaz, onubense y hombre de teatro que ha desarrollado gran parte de su trabajo profesional en nuestra provincia como autor, arreglista, adaptador, director artístico y de interpretación y asesor de teatro de la Diputación de Huelva.
El texto ganador se publicará en el número de diciembre de la prestigiosa revista teatral Primer Acto, que otorgará gran notoriedad al texto ganador y a su autora, logrando la difusión del texto teatral a nivel nacional.
Nieves Rodríguez Rodríguez (Madrid, 1983) es licenciada en Dramaturgia por la Real Escuela Superior de Arte Dramático y master en Escritura Creativa por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente, realiza sus estudios de Doctorado en dicha universidad. En el ámbito literario dramático, ha participado con la Asociación de Autores de Teatro (A.A.T.) en las ediciones XII Maratón de Monólogos (2011) y XIV Maratón de Monólogos (2012) con los textos Si tu boca se entreabriera y Tabla del cero, respectivamente. Ha publicado sus textos Cuerpos imán (Revista de Teatro Mínimo nº uno, 2012) y El viaje de Iria -un bote de mermelada a la deriva- (Editorial Fundamentos, 2012). En ese mismo año fue seleccionada en el Encuentro Internacional de Jóvenes Autores Europeos, Interplay 2012, con la obra a (alguien) b (bucea) c (contigo), obra premiada en el V Concurso de Dramaturgia La Jarra Azul de Barcelona, 2013.


FUENTE:              Huelva Ya.es


* PARA LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS X (JUNIO 2014) Publicado el concurso, el martes 13 de mayo del 2014 en el Blog. 




GANADORES DE LOS PREMIOS DEL TREN "ANTONIO MACHADO" DE POESÍA Y CUENTO 2014 (España)


Juan Antonio González Iglesias, Primer Premio del Tren 2014 de Poesía, y Felipe Benítez Reyes, de Cuento

Seleccionados entre 668 escritores de 21 países





El poeta Juan Antonio González Iglesias, con la obra "Un centauro", y el escritor Felipe Benítez Reyescon el cuento "Eternamente, la ciudad eterna" han recibido el día de hoy 28 de octubre, los Premios del Tren 2014 “Antonio Machado’” de Poesía y Cuento. Este evento se enmarca en el ‘Día del Tren’, recordando la inauguración del primer ferrocarril que funcionó en la península, la línea Barcelona-Mataró, hace 166 años, en el Palacio de Fernán Núñez, sede de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.


Poesía: Juan Antonio González Iglesias es el poeta galardonado con el Primer Premio de Poesía por la obra Un centauro. Poeta, traductor y pintor salmantino (1964), estudió en Salamanca, Florencia y París. Es profesor de filología clásica en la Universidad de Salamanca y colaborador literario en ABC y EL País. Ha traducido obras de Ovidio, Catulo, Horacio, Stendhal, James Laughlin y Kikí Dimulá. Ha publicado La hermosura del héroe (1994), Esto es mi cuerpo (1997), Un ángulo me basta (2002), Olímpicas (2005), y Eros es más (2007). Estos cinco libros, además del inédito Selva de Fábula, se han reunido en el volumen Del lado del amor (2010). Su obra está incluida en numerosas antologías y ha sido traducido al francés, inglés, italiano, portugués y griego. Ha obtenido, entre otros, el Premio Les Découvreurs (2014), Premio Loewe (2007), Premio Generación del 27 (2002) y Premio Vicente Núñez (1994).



Cuento: Felipe Benítez Reyes, galardonado con el Primer Premio de Cuento por su obra Eternamente, la ciudad eterna. Escritor gaditano, nacido en Rota en 1960. Su poesía está recopilada en Libros de poemas (1978-2008) e Identidades (2012). Entre sus novelas, traducidas a diversos idiomas, destacan La Propiedad del paraíso, El novio del mundo, El pensamiento de los monstruos y Mercado de espejismos. Sus relatos están recogidos en el libro Oficios estelares y, posteriormente, ha publicado Cada cual y lo extraño. Ha dirigido las revistas Fin de Siglo, El Libro Andaluz y Renacimiento, y ha traducido a T. S. Elliot, V. Nabokov y F. S. Fitzgerald. Galardonado con el Premio de la Crítica, Ateneo de Sevilla de Novela, Fundación Loewe de Poesía, Hucha de Oro de Relatos, Julio Camba de Periodismo, Nadal de Novela y Nacional de Literatura, entre otros. En los Premios del Tren obtuvo en 2010 el Primer Premio de Poesía y en 2003 el Segundo Premio de Poesía, y en el Premio de Narraciones Breves “Antonio Machado” un accésit en 1994 un accésit.



Segundo Premio y Accésit



El Segundo Premio en poesía, ha sido para el poeta madrileño Adolfo Cueto por la obra Bilocanción; y Manuel Moya ha recibido el Segundo Premio de Cuento por la obra Que amanecía.



Las otras ocho obras finalistas, premiadas con un Accésit, son:



· Poesía: Angulo muerto, Carlos Alcorta (Cantabria); Pentámero, Aurora Guerra Tapia (Madrid); Nunca aprendí a esperar los trenes, Manuel Moreno Díaz (Valencia), y Alegoría del tren, Manuel Terrín (Albacete).



· Cuento: Irse, Carlos Castán (Zaragoza); Los tipos duros sí bailan, Mercedes de Vega (Madrid); Todas las vidas, Ricardo Menéndez Salmón (Asturias), y Reflejo condicionado o réquiem por un tren de cercanías, María de las Nieves Morales Cardoso (Cuba).



Jurado de la edición 2014
Jurado de la edición 2014


El Jurado de esta edición está formado por: Clara Sánchez, Alberto Ramos, Manuel Vilas, Luis García Montero, Jesús García Sánchez, Manuel Núñez Encabo, Juan Miguel Sánchez García, Sergio Acereda, José Luis Semprún y Juan Altares, como Secretario.



En diciembre de 2014 se publicarán dentro de la colección ‘Premios del Tren’ las poesías y cuentos finalistas. La edición está dotada con 22.000 euros y a ella han concurrido 668 escritores de 21 países con 715 obras, 234 poesías y 434 cuentos.



En la web del concurso se incluye toda la información sobre este premio literario así como las obras galardonadas tanto en la modalidad de Cuento como en Poesía. Esta página recibe más de 60.000 accesos anuales.


                          POESÍA


Primer premio
“Un centauro” 
Juan Antonio González Iglesias



Ha subido al tren para derogar
el durísimo axioma del filósofo:
llamamos vida a la podredumbre.
Contra esas palabras
que no se cruzarán nunca con su mirada,
se ha presentado aquí, inusualmente apuesto,
desenvolviendo en el compartido
ortoedro del vagón su inanunciada belleza.
Es un fauno apolíneo,
un centauro perfecto.
Un centauro subido innecesariamente
al tren de cercanías,
al de media distancia, que abre todas sus puertas
en un golpe triunfal de los automatismos
para franquear la entrada
a una excepcional criatura directa
que procede
de los mármoles Elgin. Sus facciones
anulan el antiguo antagonismo
entre esprit de finesse y esprit de géométrie.
Todo es nuevo a las 12: 37.
Los números recobran su aventura radiante.
Él nos mira ligeramente atónito
al verse rodeado.
No parece consciente de su soberanía.

Cuelga la bicicleta en un espacio
prodigioso, almacén
de triángulos, círculos,
trayectos detenidos
como si descansaran
también esos metálicos
esquemas de la brisa.
Convierte la pared
y el cristal en carril
vertical donde todo
avanza suspendido
por el cielo fugaz
apeteciendo altura
igual que el trazo
de un boceto.
Contiene
el movimiento en el movimiento
o mobilis in mobili.
Vamos en un emblema.
Viajamos en un friso.
Todo queda alineado.
La amarra con un nudo
que deshará sereno
en la hora del retorno
horizontal a tierra.

Cuando se sienta junto a la ventana
no saca ningún móvil.
No hay e-reader ni tablet
ni periódico.
No se pone a jugar, no habla con nadie.
No recibe mensajes.
De lo que tiene en mente
apenas un vislumbre
en los ojos que buscan
algo en el exterior que no está fuera.

El pantalón del chándal
pone a salvo la curva praxitélica,
y abajo en el izquierdo
gemelo una azul abrazadera
de Decathlon, de velcro,
ciñe el tejido atlético a la musculatura.
La camiseta transpirable de Quechua
deja que sobresalgan
los bíceps colmados, los antebrazos anchos,
las manos a la vez fuertes y pequeñas,
el moreno tronco animal por el que escala la carótida
sosteniendo sin más complicaciones
la cabeza viril.
Resopla cuando habla brevemente
con el revisor. La sombra de la barba,
las canas en el límite
de las patillas: es un nuevo santo
urbano torturado
por nuevas penitencias. Entreabre
la boca de dormido. Si despierta,
aprieta los labios
con la determinación que conocimos en los héroes.
Es un trabajador. Un deportista.

¿Qué hace un día laborable en la sierra? ¿Por qué
vuelve a Madrid? ¿De qué modo organiza
la alternancia entre rutina y maravilla?
¿Qué función cumple la velocidad
en su vida? ¿Cuál es
su relación con la naturaleza?
Hay que hablar de la carne, de las masas
musculares hinchadas por el reciente esfuerzo,
de la piel alcanzada por soles diferentes.
Tenso entre su mandíbula y sus pómulos
está el polígono definitivo
que ningún otro hombre puede tocar
públicamente, según los honorables
códigos de conducta en los que lo educaron.

Ah la estatua que late, que camina,
que viaja, antes ecuestre, ahora sedente,
sin embalar, se mueve
por el mundo, la caja
torácica esbozada, su secreto
sencillo. La cuestión
es que el arte,
una de las pobres bellas artes mortales,
la que sólo trabaja con lenguaje y con tiempo,
lo salve para siempre,
antes de que su verano recortado meridianamente
en el interior de un convoy ferroviario cualquiera
se difumine en las encrucijadas.
La cuestión es salvarlo
antes de que se pierda
en el río de las multitudes y las generaciones.



                       CUENTO


Primer premio
“Eternamente, la ciudad eterna”
Felipe Benítez Reyes



Pedro Villalba fue profesor de latín hasta su jubilación, que le llegó anticipada por sus problemas de vista, pues la diabetes fue robándosela hasta reducirle el mundo a un contorno nublado. Veía siluetas y borrones, máculas luminosas, indefinido lo definido y oscilante lo firme, de modo que el mundo se le deslizó poco a poco hacia los adentros, por necesidad de algún sitio en que asentarse, y se volvió meditabundo.

En su memoria repleta y ociosa resonaban sus autores de siempre, los que se sabía al dedillo: allí estaba Lucrecio, avisando de que en cualquier lugar del mundo, y al mismo tiempo, en una sincronía implacable de paradojas, triunfa y muere la vida; por allí andaba Tibulo, rogándole a la muerte que apartase de él sus manos codiciosas o haciéndose eco del martirio de Tántalo, el sediento ante las charcas; allí reverberaba Ovidio, con sus fábulas de mutantes; allí estaba Fedro, envidioso de la fama de Sócrates, a pesar de la mala muerte del ateniense; allí, en su memoria, estaba Lucano, despectivo ante la pervivencia colectiva de las glorias militares de Julio César; allí arañaba Marcial con sus estiletes de punta envenenada… Allí estaban todos, en fin, murmurándole en un idioma muerto. Y con aquello echaba atrás las horas consigo.

Su hijo Horacio, que vivía con él, lo sacaba alguna que otra tarde a pasear: la calle como un caleidoscopio, como la jungla de los fogonazos imprecisos. Y una voz de quién que lo saludaba. Y la intensificación de los olores. Y la alegría de reconocer algo, el perfil de algo: “¿Eso no es…?” Y lo era o no lo era, pero su hijo le decía siempre que sí, menos por compasión que por no tener que dar explicaciones.

Desde muchacho, el sueño principal de Pedro Villalba había sido el de viajar a Roma, pero, entre cosa y cosa, en sueño postergado fue quedándose, y como un sueño vano lo daba ya, sobre todo desde que murió su mujer, cuya ausencia no le aliviarían ni todos los poetas del mundo latino puestos en fila y recitando consuelos melancólicos sobre la fugacidad de las cosas y sobre la vanidad de fondo del vivir. Aunque él no alcanzara a distinguirlos, ella le hubiese descrito sobre la marcha los prodigios de Roma y él, a falta de precisión en los ojos, los hubiera admirado con el soporte de su fantasía documentada, como un sonámbulo por su casa a oscuras. Pero el caso es que ahí seguía Roma, lejana y siempre en él, concreta y mítica, envuelta en la bruma de los lugares que existen más en la imaginación que en los mapas: una Roma ingrávida y artificial, reducida en la percepción del profesor Villalba a una escala de maqueta minuciosa: las ruinas y las fuentes, los palacios y los jardines, los museos y las basílicas, ya que cualquier ciudad imaginada cabe a fin de cuentas en una tarjeta postal o en el óvalo de un camafeo. “Pensar que voy a morirme sin ver Roma…”, y su hijo le replicaba que había cosas peores.

Horacio Villalba no había heredado de su padre la fascinación por el recio latín ni de su madre la atracción por las abstracciones estrictas de las matemáticas, de las que fue profesora. Abandonó la carrera de magisterio antes de terminar el primer trimestre y se dedicó a inspeccionar parte del mundo con un equipaje filosófico de psicodelia y de orientalismo, con escalas en Londres y en Corfú, en Ibiza y en Ámsterdam, en sitios inesperados y en sitios impensables incluso para él, Roma incluida, a lo que fuera saliendo. Creyó luego que lo suyo eran los negocios y abrió un bar de copas tardías en la calle Manuel Rancés que atraía a partes iguales a los noctámbulos y a los acreedores, pues se daba una maña incorregible para gastar más de lo que ganaba, que es mala ciencia. No sólo derrochaba lo que conseguía ganar, que se le iba de la cartera como por ilusionismo, sino también la pensión de su padre, que andaba desentendido desde hacía tiempo de las cuentas, absorto él en sus rememoraciones de poetas líricos y de emperadores inclementes, resignado a una dieta de comida enlatada y de sopas de sobre.

Una tarde, Horacio Villalba se cruzó por la calle con Ramón Ezpeleta, el director del colegio San Felipe Neri, que era en el que Villalba había dado clases durante casi treinta años. “¿Cómo está tu padre?”, y Horacio Villalba le dijo que bien, con sus chaladuras y con su queja recurrente de morirse sin ver Roma, a pesar de no verse ya ni las manos. “¿Sigue con eso? Pues habría que pensar en…” Y lo que pensó Ezpeleta fue lo siguiente: hacer una colecta entre los profesores para pagarle a su excolega casi ciego, a modo de homenaje corporativo, un fin de semana para dos personas en aquella Roma que el jubilado llevaba décadas entreteniendo en sus imaginaciones. Hubo profesores, en especial los más veteranos, dispuestos a desembolsar el donativo, pero hubo otros que no, alegando la escasez del sueldo, de manera que el claustro acordó organizar la rifa de un equipo estereofónico y, con la ganancia, sufragarle el viaje al viejo profesor y a su hijo Horacio, que le haría de lazarillo por una Roma al fin y al cabo de irrealidades: una ciudad narrada. Y así se hizo: se repartieron las papeletas entre los alumnos para que las vendiesen entre sus familiares y, al final, pagado el coste del regalo, y con una aportación extra por parte de la dirección del centro, se consiguió dinero suficiente para cumplir el objetivo, aunque el hotel que tuvieron que eligir no era ni muy céntrico ni prometía suntuosidades, aunque este segundo detalle iba a darle ya un poco lo mismo al profesor Villalba.

Ezpeleta, en compañía de una representación del claustro de profesores, fue una tarde a entregarle solemnemente a Villalba los billetes de avión y los bonos de hotel, así como una metopa con la efigie esmaltada del santo tutelar del centro: “Un pequeño detalle. En agradecimiento a tantos años de trabajo”, y, en mitad de su discurso, deslizó Ezpeleta una frase en latín que animó la sonrisa de Villalba, que la respondió, también en latín, con una cita de Cicerón, lo que dejó in albis no sólo al profesor de física y química que era Ezpeleta, que se había aprendido aquella frase de memoria para dar un poco de barniz a la ocasión, sino también al resto del séquito académico.

“¿Nos vamos a Roma?”, y en aquella pregunta se mezclaba la incredulidad con el desasosiego. Horacio Villalba alegó que no podía cerrar el bar así como así. Que un fin de semana le venía fatal. “Ve con la tía Rosita”, le sugirió.

Rosa Villalba era la hermana pequeña de Pedro Villalba. Vivía en Lebrija y era viuda de un tratante de maquinaria agrícola que le había dejado varias fincas urbanas y media docena de pequeñas fincas rurales, de cuyos arrendamientos vivía con holgura, aunque con la razón un poco en precario, ya que llevaba al menos una década asegurando a quien quisiera escucharla que mantenía conversaciones con los difuntos. Al parecer, algunos espíritus se limitaban a charlotear con ella con el mismo grado de intrascendencia con que charlotean los vivos entre sí. Otros, en cambio, le hacían revelaciones proféticas, y esos eran los peores, pues la ponían en un vilo de esencia medio cómica y medio sagrada.
“Tu tía no está ya para ir a ninguna parte. Ella sólo tiene amistades en el Averno”. Y volvía Horacio Villalba a su argumento principal: “Pues yo no puedo cerrar el bar un fin de semana”. Y añadía que Roma, donde él había pasado un día y medio, tampoco era para tanto.

Al final, padre e hijo acordaron cancelar el viaje; el padre porque ya estaba resignado a la postergación infinita de su sueño y el hijo porque no podía cerrar durante un fin de semana su bar de copas, como ha quedado dicho. Horacio Villalba fue una mañana al colegio para ver a Ezpeleta y devolverle los billetes: “Dice mi padre que le vendría mejor el dinero”. A Ezpeleta le cayó mal que el antiguo profesor de latín hubiera decidido canjear la realización de su gran fantasía por unos billetes al fin y al cabo mezquinos, pero le dijo a Horacio que iría a la agencia de viajes para gestionar la cancelación. Al final, sólo le reintegraron el 60% del importe, pero a Horacio Villalba le pareció bien.

“El martes vamos a ir a Lebrija a ver a la tía Rosita”, le dijo Horacio a su padre, y a su padre no le pareció ni mal ni bien. Sabía que su hijo aspiraba a la herencia de ella, lo que tampoco le parecía ni mal ni bien. De modo que el martes, a primera hora, padre e hijo se encaminaron a la estación y cogieron un tren. Por el camino, Pedro Villalba se acordó de unos versos de Virgilio que tradujo en segundo de carrera:
Ille deum vitam accipiet divisque videbit
permixtos heroas, et ipse videbitur illis,
pacatumque reget patriis virtutibus orbem.
Cuando llegaron a la estación de Lebrija, allí estaba esperándoles, con esa mirada inmóvil propia de quienes deambulan menos por nuestro mundo que por los trasmundos, Rosa Villalba, acompañada de su criada de casi toda la vida. “¿Cómo estáis?” Horacio Villalba le dijo, con el tono de los cobistas, que no tenía que haberse molestado en ir a esperarlos a la estación y ella le replicó que iba adonde le daba la gana, ya que solía permitirse esas asperezas con su sobrino, por saber de sobra que andaba sobándole la voluntad para que lo nombrase heredero.

“¿Tú te ves capaz de mantener una conversación sobre Roma con Virgilio?”, bromeó Pedro Villalba. “No lo sé. Anoche estuve hablando con papá”, le respondió ella. “Me dijo que va a verte muy pronto”.

Volvieron en el último tren. “Cuando estuviste en Roma, ¿viste el Coliseo?”, y Horacio Villalba le dijo que no. “Pues te perdiste algo grandioso”.

Durante el resto de sus días, que no fueron muchos, Roma siguió siendo para Pedro Villalba un sueño difuso, un foro recorrido centenares de veces con la imaginación, un Coliseo reconstruido centenares de veces con la imaginación, una figuración estática: ese diorama irreal en que resonaban aún los pasos del alegre Plauto, los pasos reflexivos de Plotino al dirigirse hacia su escuela de filósofos, los pasos vanagloriosos de los emperadores, camino de la inmortalidad y de la nada.
Pedro Villalba murió de su muerte hace apenas dos años y creo que no resulta exagerado afirmar que con él murió otra parte de la historia de Roma, que no para de morir. 




FUENTE:      Todo Literatura.es

                     Fundación de los Ferrocarriles Españoles.




* PARA LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS II (JUNIO 2014) Publicado el concurso, el martes 13 de mayo del 2014 en el Blog. 





lunes, 27 de octubre de 2014

¿UN FINALISTA MENOS PARA EL 33 PREMIO DE POESÍA CIUDAD DE BADAJOZ 2014 (España)?


AYUNTAMIENTO DE BADAJOZ


FINALISTAS DEL 33 PREMIO DE POESÍA CIUDAD DE BADAJOZ


OBRAS SELECCIONADAS POR LA COMISIÓN LECTORA

OBRA / LEMA/PSEUDÓNIMO
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EL CANTO DE LA CLEPSIDRA / INSTANTE
PÉTALOS / HELEN LOVEJOY
LA TIERRA ACARICIADA / JARAMIEL
PAÍSES / VERSUS
GREMIOS / SAJONIC
MAR SOLO / LISBOETA
LA LEÑA HELADA / CANDIRÚ
PARECIDO A UN MILAGRO / OVID
ALEJANDREMAS / ------
LA NOTA SALVAJE / RENATO RIVOLTA
INSTANTÁNEAS / DIÓGENES
BAKTÚN 13 / EUPALINOS
TRAVESÍA DEL SUEÑO / NOCTIS IMAGO
CONFUSO CÉNIT / NAJARRILLO
CÍRCULOS / TRES-CATORCE-DIECISEIS
LA LEYENDA DE LOS HOMBRES-PÁJARO / FÉNIX
LOS NOMBRES Y LOS DÍAS / LOS RESTOS DEL NAUFRAGIO
EN LAS AGUAS DE OCTUBRE    / MARÍA NEFELI
UN DESTELLO FUGAZ / RODICIO
LA CAJA DE PANDORA / RAPSODA
CAJA DE RESISTENCIA / JUAN LARVADO
EL HOMBRE INNECESARIO / STANISLAW
LA BALADA DE RUTGER HAUER / ENRIQUE AIRIS
POLAROIDS / RODRIGO DE MIRANDA
LA ESPALDA DE NARCISO / -------
LA VOZ DOLIENTE / -------


"Círculos", del extremeño Pablo Jiménez, ha ganado el XXXIII Premio Leonor que convoca anualmente la Diputación de Soria.

Como podrán observar en este enlace que presenta la Diputación de Soria se puede ver misma obra, mismo seudónimo:

78.- Círculos        Tres-catorce-dieciséis




GANADOR DEL XXXIII PREMIO “LEONOR” DE POESÍA (España)

El extremeño Pablo Jiménez gana el XXXIII Premio Leonor de Poesía de Soria


El extremeño Pablo Jiménez gana el XXXIII Premio Leonor de Poesía de Soria
El extremeño Pablo Jiménez gana el XXXIII Premio Leonor de Poesía de Soria
"Círculos", del extremeño Pablo Jiménez, ha ganado el XXXIII Premio Leonor que convoca anualmente la Diputación de Soria, mientras que la obra "Línea helicoidal", de la valenciana Amparo Santana, se ha hecho con el XXX Premio Gerardo Diego para autores noveles, según el fallo dado a conocer hoy.
El jurado calificador y el presidente de la institución soriana, Antonio Pardo, han abierto hoy las plicas ganadoras de estos premios de poesía, que llevan más de tres décadas de trayectoria y que se entregarán a los ganadores en el próximo mes de febrero.
Los integrantes de este jurado han subrayado que la obra ganadora del Leonor sabe captar "lo poético en lo cotidiano" y ha apreciado además el equilibrio que consigue entre el sentido narrativo y la carga lírica, "con poemas de gran madurez y profundidad".
El poeta Jiménez, extremeño de Navalmoral de la Mata afincado en Madrid, tiene a sus espaldas una dilatada producción poética con obras como "La luz bajo el celemín", "Descripción de un paisaje", "Destiempos y moradas" y "Grosas para habitar la noche y deducida materia".
El jurado ha resaltado en el poemario que ha ganado el Premio Gerardo Diego para autores noveles que es orgánico y unitario, "lleno de belleza" y que juega con la brevedad de los versos, además de valorar su "sentido crítico e irónico y la variedad de registros".
El jurado, coordinado por el crítico literario Santos Sanz, ha estado formado por el profesor titular de la Universidad de Cádiz, José Jurado Morales; la presidenta del Centro de Poesía José Hierro, Tacha Romero, y el periodista de El País, Miguel Ángel Villena.
Villena ha destacado el apoyo de la Diputación soriana en apoyar un género literario minoritario como la poesía, con unos premios "con décadas a las espaldas".
Por su parte, Jurado ha destacado el prestigio de la composición que siempre tiene el jurado calificador de los poemarios y que se conocen en el último día que emiten el fallo.
Tacha Romero ha animado a la corporación provincial a seguir apoyando estos premios, "uno de los más prestigiosos de España", que permiten a un autor ver "su sueño hecho realidad" al publicarse su obra.
Los premios de poesía Leonor y Gerardo Diego para Autores Noveles de la Diputación de Soria han recibido un total de 279 obras.
En concreto han sido 208 los trabajos que optan a la trigésimo tercera edición del premio Leonor, mientras que al XXX Premio Gerardo Diego para autores noveles concurren 71 poemarios.
La Diputación de Soria convoca y falla anualmente estos dos premios de poesía dotados con 10.000 euros el Leonor y con 5.000 el Gerardo Diego, además de la publicación de las dos obras ganadora.
La procedencia de los trabajos, al igual que en años anteriores, es de lo más variada procediendo de 16 países: Alemania, Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, España, Francia, Israel, Italia, Mauritania, México y Perú.
En la edición anterior el ganador del premio Leonor de Poesía fue Francisco Caro, mientras que el Gerardo Diego recayó en Pilar Verdú.

FUENTE:   

eldiario.es



* PARA LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS V (JULIO 2014) Publicado el concurso, el domingo 22 de junio del 2014 en el Blog. 


viernes, 24 de octubre de 2014

FINALISTAS DEL XXXIII PREMIO “LEONOR” DE POESÍA (España)

     XXXIII PREMIO “LEONOR” DE POESÍA



La Diputación de Soria publicó en su web la relación de obras seleccionadas como finalistas al XXXIII Premio 'Leonor' de Poesía, cuyo fallo, recordamos, se hará público el día 25.
De un total de 208 obras presentadas, el Comité de Lectura a decidido seleccionar 17 obras. 
Aquí les dejo el enlace para que lo puedan observar.



http://www.dipsoria.es/index.php/mod.documentos/mem.descargar/fichero.documentos_finalistas_leonor_de_poesia_2014_b24a5dff%232E%23pdf



FUENTE:   DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE SORIA
                              Sección Cultura y Juventud

GANADOR DEL I PREMIO DOS PASSOS A LA PRIMERA NOVELA (ESPAÑA)

Roberto Wong, ganador del premio Dos Passos a la primera novela

  • La novela 'París D.F.' habla sobre la melancolía, los deseos no cumplidos y la monotonía.





El jurado encargado de anunciar el ganador del Premio Dos Passos

El jurado encargado de anunciar el ganador del Premio Dos Passos NEWSPHOTOPRESS


Robert Wong se ha llevado el premio Dos Passos por su novela 'París D.F.'. El mexicano, de 32 años, residente en San Francisco, ha superado a los otros 1.085 manuscritos llegados desde España y América Latina gracias a "su voz audaz y atrevida", según el acta del jurado.
'París D.F.' se inicia, según explica la periodista Emma Rodríguez, miembro del jurado, con "un juego de mapas superpuestos entre París y México". El protagonista del relato está sumergido en una vida monótona y un hastío permanente. México es la realidad, el lugar en el que vive. París es el sueño, la ciudad en el que puede ocurrir algo interesante. Un tiroteo en la farmacia en la que trabaja será el desencadenante de todo. "Es un juego de probabilidades y lo que le sucede finalmente al protagonista es algo que viene del lado del desastre" cuenta Rodríguez.
"Roberto Wong es una voz fresca, joven y desobediente" dice Antonio Orejudo, encargado de anunciar el fallo del concurso. Según el jurado, la novela de Wong posee un tratamiento muy atractivo del sexo y la violencia, imágenes poderosísimas y un juego con el lector que le aturde para que no sea capaz de conocer cuándo lo escrito es realidad o ficción.
El jurado discutió sobre los finalistas exponiendo sus preferencias y teniendo presente siempre el espíritu de este premio. "Hubo división de opiniones entre nosotros. Y menos mal, porque eso redunda en beneficio de la literatura" cuenta Antonio Iturbe, "pero esta novela es muy arriesgada y la literatura tiene que arriesgar" continua.

El valor de la narrativa española

"Es necesario esa mirada a los libros, porque qué sería de nosotros sin ellos" afirma Palmira Marques, recalcando la importancia de la literatura en la actualidad. Para la directora de Dos Passos, que se hayan enviado tantos manuscritos es un síntoma de la buena salud de la literatura española en la actualidad.
La fecha elegida para que 'París D.F' llegue a las estanterías de las librerías es el 14 de enero de 2015, día que coincide con el nacimiento del escritor John Dos Passos, con el sello de Galaxia Gutenberg.
Fue el 20 de febrero de 2014 cuando la agencia literaria Dos Passos, la editorial Galaxia Gutenberg y Ámbito Cultural de El Corte Inglés anunciaron la propuesta de este premio. "El objetivo de este galardón es descubrir nuevos talentos y poner en valor la narrativa en español" dice Palmira Marques, directora de Dos Passos.
El jurado formado por los periodistas y escritores Susana Fortes, Javier Goñi, Andrés Ibáñez, Antonio Iturbe, Antonio Orejudo, Emma Rodríguez y Marta Sanz ha sido el encargado de decidir cuál de las cuatro novelas finalistas se haría con el premio que otorga al ganador una compensación económica de 12.000 euros, formar parte del catálogo de autores de Dos Passos y la publicación de su novela.


FUENTE:   



* PARA LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS V (MAYO 2014) Publicado el concurso, el martes 01 de abril del 2014 en el Blog. 




sábado, 18 de octubre de 2014

GANADOR DEL XVIII PREMIO LITERARIO NOSTROMO (España)

JOSÉ ANTONIO QUIRCE RECIBE EL PREMIO 

NOSTROMO DE LITERATURA MARÍTIMA POR SU 

NOVELA ‘NUDOS MARINEROS’



Ha tenido lugar en el Museo Marítimo de Barcelona la ceremonia de entrega de la XVIII edición del premio literario Nostromo cuyo ganador ha resultado el periodista de Onda Cero y escritor José Antonio Quirce, por su primera novela, titulada “Nudos marineros”.
Este galardón, uno de los pocos que existen en España relacionados con la literatura marítima, está dotado con un incentivo de 10.000 euros, además de la publicación de la obra por parte de la Editorial Juventud en su serie de premiados. Una iniciativa de la sociedad civil para el impulso de una acción a favor de la cultura, marítima en este caso.
Además, en la edición de este año el Premio (de la que se han recibido 66 obras y sólo cuatro han pasado a la final), se ha dedicado a la figura de la escritora Rosalía de Castro, cuya literatura “impregnada de melancolía y saudade”, es un canto a las costas y mares de su Galicia natal, en una apuesta por el clasicismo literario y la feminidad.
Por otro lado, la Asociación de Amigos del Nostromo ha hecho entrega de la undécima edición del galardón en la categoría infantil/juvenil, cuyo ganador ha resultado el joven Joan Crespo, con un relato titulado “Un home valent (Un hombre valiente)”.
Ante un salón repleto de espectadores en el Museo Marítimo de Barcelona la entrega se ha realizado bajo la presidencia de Roger Marcet, como director del espacio museístico; Agustín Montori, presidente de la Asociación de Amigos del Nostromo, Luis Zendrera, editor de la Editorial Juventud, y la profesora de la Universitat de Barcelona, especialista en literatura gallega, Helena González; entre otras personalidades.
Posteriormente, ha tenido lugar un brindis por los ganadores en los jardines de las Reales Atarazanas de Barcelona.


                                                                                Museo Marítimo de Barcelona


                                                                       
                                                                        José Antonio Quirce recibiendo el premio

Síntesis de la obra ganadora:
Transcurre en el tranquilo puerto pesquero de Santoña, en el Cantábrico, donde desaparece un antiguo marino, un “borrachín” que frecuenta las tabernas del pueblo. En un lugar en general pacífico, la casualidad lleva a que, esa madrugada, el patrón de un barco de pesca tradicional haya lanzado una llamada de emergencia al descubrir que su marinero había desaparecido de cubierta mientras preparaban las artes para su jornada de pesca, a pocas millas del puerto.
Ambos casos no muestran relación pero la Guardia Civil del pueblo pide ayuda a la Policía de la capital. La petición es inusual y se justifica por la falta de medios, pero habrá ocultas razones de mucho más peso que hacen que el Capitán de la Comandancia de Santoña recele de sus propios subordinados.
En su ayuda acude un equipo de dos buenos policías, un inspector y su ayudante -que ya estuvieron hace años investigando aquí un extraño caso de un ahogado en el mar- y una inspectora alumna en prácticas. Cada uno de ellos trae consigo sus miserias, debilidades y conflictos cotidianos, que han de apartar para desarrollar bien su trabajo.
El inspector, un policía cincuentón, aficionado a la pesca deportiva y con algún asomo de métodos poco convencionales, que conoce bien la zona y el pueblo, descubre a su equipo este mundo marinero: la vida de sus gentes, pescadores, armadores, rederas, mecánicos…; la industria turística en torno al pesca, con restaurantes y gastronomía especiales; también la parte oscura y nada romántica de la mar, la angustia de buscar sin garantías el jornal, la desventura de embarcarse y pasar media vida fuera de la familia, la vida predestinada de muchas de estas gentes, unidas a la tradición y a sus barcos sin remedio…
Rosalía de Castro, a quien se ha dedicado el XVIII Premio Literario Nostromo, en “La Hija del Mar” describió a sus marineros como “hombres de atezados rostros, crespos y enmarañados cabellos,(...) de pies anchos; (...) marineros de camisetas azules bajo las que se descubren pronunciadas y nerviosas  musculaturas capaces de resistir la intemperie y la crudeza de las estaciones”.
“Nudos marineros” es una historia de esos pescadores, de sus familias y del mar cotidiano; una historia de gentes con virtudes, pulsiones y bajezas como cualquiera de nosotros. Es una historia de pasiones pero también es un lance de pesca, donde la Guardia Civil y la Policía han de explorar el caladero, estudiar las posibles capturas, evitar conformarse con presas más pequeñas que se mezclan en el copo y acabar alzando la red para que el culpable del crimen, si lo hubo, salga a la superficie.
Cuando un sedal se lía con demasiados rizos y nudos, los pescadores dicen que se “empacha”. Así, los policías han de desempachar el caso con paciencia, desenredando cada seno del sedal poco a poco o de un solo golpe, para dejar la línea limpia. Al hacerlo, aflojan también numerosos nudos que urden la vida personal de cada protagonista, incluidos ellos mismos.

FUENTE:    NAUCHER GLOBAL.  INFORMACIÓN MARÍTIMA FIABLE Y PROFESIONAL


* PARA LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS VIII (JUNIO 2014) Publicado el concurso, el martes 13 de mayo del 2014 en el Blog.